Altamira, Tamaulipas.- Juanito, un niño de apenas 10 años que labora como repartidor de comidas en Altamira, inició su ciclo escolar a distancia con muchas limitantes; requiere de una tablet o teléfono móvil.

Antes vendía dulces en la zona centro, pero ahora se dedica a repartir las comidas que hace su familia, para poder ayudarlos con las ventas.

A bordo de una bicicleta, con cubrebocas y una gorra de pikachu, reconoce que le gustan más las clases presenciales.

"Me gusta más que el maestro esté en el salón. Solo vi las clases por la televisión, nos dicen que se iban a hacer un alboroto, pero yo necesito una tablet o teléfono para las clases", relató Juanito.

Aunque pudo ver las materias en la televisión, reconoció que este año será bastante difícil, ya que no cuenta con herramientas tecnológicas para poder desarrollar las actividades y futuras tareas.

Desafortunadamente la familia de Juanito no cuenta con el recurso económico suficiente para poder adquirir un equipo tecnológico como un celular, tablet, laptop o computadora de escritorio, por lo que hizo del atento llamado a la sociedad en general para que lo apoyen, y así poder continuar con sus estudios.

Para todos los interesados en asistir al pequeño Juanito, cualquier aportación puede ser entregada en el local ubicado a un costado de la Base de Taxis Santiago Apóstol, ubicada sobre la calle Mina entre Quintero y Juárez de la zona centro de Altamira.

sj